Hace un par de días celebré mi cumpleaños y sentí una sensación que hace tiempo no había sentido. Recuerdo que durante mis años de secundaria nadie sabía de mi cumpleaños y llegué a aceptarlo y dejó de importarme si mis compañeros de clase se percataban de esa fecha. Con el tiempo le dí menos importancia a mi cumpleaños y sólo era una fecha en donde cenaba con mi familia y recibía mis regalos, eso me alegraba y nada más.
Desde que se inventó el Facebook la cosa cambió un poco, la gente se daba cuenta de mi cumpleaños y en la universidad empezaron a saludarme e incluso un año me cantaron un happy birthday en clase, ese ya fue el clímax pues llevaba como siete años sin celebrar mi cumpleaños.
Este año no tuve clases en mi cumpleaños, pero recibí muchos saludos en internet de mis amigos e incluso de gente a la que hacía años que no veía, fue un buen momento para reanudar contactos.
Finalmente, en la noche me llamaron para saludarme por mi día. Eso fue algo que no me había pasado en casi toda mi vida, no exagero, como no tengo muchos amigos ya me es algo predecible saber quienes me saludan; pero con el tiempo he ido conociendo a mucha gente que me ha hecho ir superando mi desconfianza y creo que una fecha como es mi cumpleaños me ha hecho saber que hay mucha gente que me estima y me aprecia.
En realidad me he conmovido y siento que puedo seguir en mi camino para superar mis conflictos internos.
He decido ponerme como meta que en el próximo año vaya a celebrar mi cumpleaños con mis amigos, y tal vez para el 2013 realizar una fiesta por mi cumpleaños, pues no he realizado una desde los 10 años. Ahora está puesta la meta, solo queda realizarla.